Personas con discapacidad y sexualidad ¿tabú?
Amor, sexo y discapacidad. Son palabras que pueden parecer incompatibles para una sociedad aún discriminatoria. Las personas con discapacidad a menudo tienen vidas sexuales plenas y satisfactorias. Entonces, ¿por qué a veces nos ven incapaces de tener necesidades y deseos sexuales?
En general el tema del sexo es un desafío para muchas personas con y sin discapacidad. Ese aspecto, combinado con alguien con necesidad de aprendizaje especial, puede ser aún más desafiante si no se sabe cómo abordar el tema, y si bien las personas a menudo no ven a las personas con discapacidad como seres sexuales, lo son, y siendo la minoría más grande a nivel mundial, realmente necesitamos que todos los tabús, desaparezcan.
La educación sexual por su parte, es muy importante, ya que al ser personas con discapacidad corremos un riesgo mucho mayor en cuanto a agresión y abuso sexual. Los hechos hablan por sí solos, ya que los niños con discapacidad tienen hasta cuatro veces más probabilidades de sufrir abusos y las mujeres con discapacidad tienen casi un 40% más de probabilidades de sufrir abusos o explotación sexual en la edad adulta.
Sin embargo, mientras la educación sexual a NNA (niños, niñas y adolescentes) siga siendo un tabú, negándose la opción de participar en la educación sexual a través de los colegios más allá de la biología, estamos lejos como sociedad de poder hacer un cambio. Es más fácil hablar y formular estrategias para cambiar la discriminación en el empleo, la educación y la accesibilidad, que hablar de nuestra exclusión sobre sexualidad, la pareja, e incluso, nuestro derecho a la reproducción.
Gran parte del problema radica en el hecho de que muchas personas con discapacidad son excluidas de las decisiones que se toman sobre sus propios cuerpos, su conocimiento y cuidado. Esto puede deberse a que las personas con discapacidad a menudo somos vistas como inocentes e infantiles, sin abordar lo suficiente sobre el sexo desde una perspectiva basada en el placer, siendo infantilizados, despojados de nuestra sexualidad porque la sociedad ha hecho que nos veamos así, y es nuestro deber y derecho reivindicarnos.
La representación de los cuerpos discapacitados importa. Los medios de comunicación también desempeñan un papel en la perpetuación de la idea de que las personas con discapacidad no son seres sexuales, evitando su representación en pantalla, siendo invisibilizados cuando se trata de mostrar, por ejemplo, la intimidad en la pareja. Es por esto que se debe adoptar un enfoque inclusivo y desprendernos de los prejuicios dentro y fuera de nuestra comunidad, para crear conciencia, empatía y celebrar la diversidad, ya que al escuchar nuestras voces podemos trabajar hacia una sociedad que valore la inclusión tal y como es. Es por esto, que te invitamos a ver este documental, llamado “Yes, we fuck” que aborda la sexualidad en personas con diversidad funcional a través de seis historias reales que confirman que el sexo y el placer son un patrimonio humano.
Para ver este excelente documental entra a http://www.rauldelamorena.com/ y utiliza el password: yeswefuck con subtítulos al español.
Recomendamos discreción por parte de quienes lo visualizan ya que contiene desnudez y escenas sexuales explícitas.